CUESTIONES DE PESO…

Nunca será demasiado repetir que no cualquiera puede realizar el efectivo mantenimiento de un ascensor. Labor de conservadores de sólida calificación técnica, no da, no debería dar lugar a especulaciones de improvisados. Tampoco serán suficientes las exhortaciones a los pasajeros para que usen como es debido este medio de transporte vertical. 

Hay que insistir, tanto más cuanto que las recomendaciones en este sentido suelen ser desoídas. Una de las indolencias más recurrentes en el trato inapropiado al que es sometido a menudo el ascensor se verifica toda vez que no se respeta el límite de su capacidad máxima y se lo sobrecarga hasta lo insoportable. Son todas cuestiones de peso, pero esta última se mide, literalmente y sin sentido metafórico, en peligrosos kilos de más.