EL MALTRATO AL ASCENSOR

En confinamiento o en condiciones normales, la seguridad de los usuarios de ascensores también depende de su propio comportamiento. Con perdón del coronavirus, hay que prevenirse de otra pandemia: la del uso inadecuado de los elevadores (un maltrato que suele desbaratarlos) y la de indolentes desconsideraciones sobre su mantenimiento.

Abundan quienes estropean los ascensores; fatigan su botonera, como si fuera un juego; abren y cierran con violencia sus puertas, fuerzan sus cerraduras electromecánicas, realizan movimientos bruscos o saltan en la cabina, arrancan pasamanos, dañan revestimientos, quiebran espejos, apagan y reencienden las luces, hasta averiarlas.