NO LO SABE HACER CUALQUIERA

¿Se detiene el ascensor y no reactiva? Aun sin saber por qué dejó de funcionar, el primer impulso suele ser meter mano, por así decirlo, antes que llamar a un técnico idóneo, para que revise el aparato y lo recupere del desperfecto. Es lo que hacen con frecuencia, si bien con buena voluntad, muchos encargados de edificios, a menudo presionados por impacientes consorcistas que reclaman la pronta reposición del elevador.

Algo similar, en otras circunstancias, ocurre toda vez que se intenta sacar de la cabina de un elevador a un adulto o a un niño que hubieran quedado encerrados.

Es también un modo de menoscabar el rol de los profesionales calificados para el mantenimiento, acaso porque persiste la convicción temeraria de que cualquiera puede hacer ese trabajo.

Una cosa es la buena voluntad por ayudar a las personas atrapadas que tuvieran reacciones desesperadas o de pánico y otra, muy distinta, no convocar a conservadores o personal especializado en emergencias (por caso, bomberos) para atender este tipo de contingencias.