SOBRE EL BUEN USO DEL ASCENSOR
Fatigan la botonera, como si fuera un juego; abren y cierran las puertas con violencia, fuerzan las cerraduras electromecánicas, realizan movimientos bruscos o saltan en la cabina; arrancan los pasamanos, dañan los revestimientos, quiebran los espejos; apagan y reencienden las luces, o las rompen; exceden sin miramientos el límite de la capacidad máxima, hasta sobrecargarlo peligrosamente, para no hablar de la costumbre de arrojar basura en el hueco por donde sube y desciende, y así sucesivamente….