Para elevar la seguridad de los ascensores, entendida como la máxima reducción posible de riesgos o peligros, la primera condición es que la calidad no descienda. ¿Queremos que esa pretensión sea más que un buen propósito y no esté librada sólo al denodado esfuerzo de los conservadores en un contexto de persistente inflación de costos?
Los controles y el mantenimiento regular (en sus modalidades preventiva, correctiva y predictiva) deben constituir para los consorcios una inversión necesaria en un servicio que ha de ser tanto más valioso en la medida en que sean contratadas empresas responsables y profesionales cualificados.
En cuanto a los especialistas, habrá que exigir idoneidad (que es como decir: conocimiento, experiencia y rigor técnico), al igual que el cumplimiento de los seguros y las normativas