Después del automóvil, los ascensores son el segundo medio de transporte más utilizado en la Argentina: en los elevadores se realizan 48 millones de viajes por día, movilizando 9,5 millones de pasajeros.
A pesar del intenso tráfico diario que implican (largamente superior al de ómnibus y trenes), los ascensores pasan inadvertidos o invisibilizados. La razón es clara: funcionan en edificios y, de manera predominante, sin vista al exterior; no se desplazan en el espacio de lo público o en el escenario urbano, epicentro de incesantes movimientos.
Consideradas esas estadísticas, el mantenimiento, la actualización de los equipos y el uso responsable deberían ser fundamentales para evitar incidentes y accidentes, a menudo fatales. Sin embargo…
No es casual la escasa conciencia acerca de las necesidades de conservación técnicamente calificada y, por lo tanto, de las condiciones de seguridad que es necesario garantizar.